18 de Enero de 2020
Este día comenzaba nuestra aventura por México, pero la historia se remonta a 24 horas antes, momento en el que termina mi última jornada laboral antes de las vacaciones, es viernes, son las seis de la tarde y antes de cerrar el portátil, caigo en la cuenta de que aún no he realizado el check – in, la página web indica que lo debemos realizar de forma presencial, porque es necesario aportar cierta documentación.
Justo en ese momento pasa por mi cabeza una pregunta fugaz ¿Será debido a la escala en Miami? ¿Será necesario obtener el visado estadounidense para hacer escala en Miami? Por un segundo me quito ese pensamiento de la cabeza, sería muy absurdo, es una escala de apenas 4 horas, es imposible que se requiera visado, cuando además es un trámite que requiere casi un mes de antelación…
Acudo entonces a los conocimientos del señor Google, que responde con un SÍ rotundo a mis dos preguntas fugaces y las disipa de golpe, sacudiéndome con una ola de calor que me sube por las mejillas y hace que los oídos me empiecen a pitar ¡No puede ser verdad!
Hace poco más de un año, habíamos estado de viaje por la costa oeste de California y el visado lo habíamos solicitado por internet con más de un mes de antelación, es un trámite que requiere de varios días de aprobación y sin él, es imposible entrar en el país, por suerte descubro que el visado, conocido como ESTA, tiene una validez de dos años ¡Estamos salvados!
Ahora solo falta encontrarlos, llamo al señor Late Fuerte, al que le cuento cómo nuestro viaje ha estado a punto de irse al garete y le pido que busque los visados, media hora después llego a casa y me la encuentro patas arriba, llena de papeles y cajas abiertas y al señor Late Fuerte al borde de un ataque al corazón. ¡No encuentro los visados!
No habían pasado ni dos minutos desde que había llegado a casa, cuando los localicé… en fin… cosas de hombres…
Y ahora sí, preparados para el vuelo Asturias – Madrid – Miami – Cancún.
Tengo que decir que el ESTA nos fue requerido en Asturias, en Madrid y obviamente también en Miami, así que ya sabemos, yo y todos los lectores de Late Fuerte, que nunca debéis comprar un vuelo con escala en Estados Unidos si no tenéis el visado en regla.
Una vez llegamos al aeropuerto de Cancún, nos dirigimos a la oficina de Herz, donde hemos alquilado el coche para toda nuestra estancia, un coche super pequeño, porque nos parece que cuanta menos ostentación hagamos, menos problemas tendremos.
El alquiler fue muy barato, creo recordar que rondaba los 90 euros para toda la semana, lo que realmente nos costó fue el seguro del coche, que lo contratamos en el acto con la compañía y nos subió a unos 200 €, pero preferíamos ir bien cubiertos.
Salimos del aeropuerto, rumbo al Hotel Comfort Inn Aeropuerto, que podéis ver pinchando aquí, es un hotel pegado al aeropuerto que nos cuesta 36 euros la noche e incluye desayuno, la razón por la cual hemos decidido quedarnos cerca, es porque sabíamos que nuestro vuelo llegaría pasadas las 22 horas y habíamos leído que conducir de noche era muy peligroso en México, así que hemos decidido no arriesgar.
Antes de llegar al hotel, paramos en un Seven Eleven, para comprar bebida y algo que comer, cenar en la habitación y tumbarnos con la sensación de que por fin lo hemos conseguido, estamos en México, con todos los papeles en regla y un diario de viaje esperando ser cubierto de palabras, aventuras, tickets, pegatinas y cicatrices del viaje.
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