25 de Enero de 2020 Amanece es Isla Mujeres tras una noche ruidosa. Cuando anochece Isla Mujeres es fiesta, bullicio, ruido tequila y mezcal, pero de día es sol, playas que parecen piscinas, aguas cristalinas que invitan a bailar y... Seguir leyendo →
27 de Enero de 2020 Hoy es nuestro último día en México, todas las historias tienen un final y esta queremos extenderla al máximo, así que bien temprano volvemos a Playa Norte para bañarnos en estas aguas unas cuantas veces... Seguir leyendo →
26 de Enero de 2020 Volvemos bien temprano a playa norte, aún no están ni las hamacas puestas, pero enseguida nos las colocan y estamos solos en la playa. No corre el aire y la temperatura del mar es ideal,... Seguir leyendo →
24 de Enero de 2020 Cuando el sol se cuela por la claraboya de nuestra cabaña y consigue sacarnos de nuestro sueño, hacemos las maletas para despedirnos de esta mágica isla. Antes de coger el Ferry volvemos a desayunar en... Seguir leyendo →
Y como os podéis imaginar, no hicimos otra cosa en todo el día que alternar las hamacas con las tumbonas, las margaritas con la cerveza y los paseos con los baños.
Conducíamos por una recta interminable que irrumpía en un océano de palmeras que desdibujaban el horizonte, las interferencias de la radio dejaban intuir a ratos alguna ranchera y estábamos desando encontrar algún sitio donde poder parar a comer, cuando a lo lejos empezamos a divisar algo que parecían ser militares saliendo de entre la selva y formando una barrera en la carretera.
23 de Enero de 2020 Un día más en Holbox, sin prisas, con el ritmo lento que nos marca la isla, volvemos a enfundarnos bañador y chanclas, el uniforme de estos días, para ir al beach club de ayer y... Seguir leyendo →
Nos perdemos luego por la calle principal de Tulum y rematamos la cena en el restaurante La Malquerida, comiendo unos totopos y unas fajitas de pollo y con el estómago lleno de sabores y los recuerdos llenos de olores despedimos Tulum como lo que somos, dos soñadores.
Y qué decir de Valladolid, una ciudad colonial que me trasladó a la vieja Habana, edificios bajos de diferentes colores que protegen calles empedradas o sin asfaltar, ese olor a madera, a ultramarinos, a coches de caballos, a historias... esos olores que fijan imágenes y momentos en la memoria.