17 de Octubre de 2018

Embarcamos a medio día en Madrid, tenemos por delante 12 horas de vuelo, con 40 de fiebre, juro que en ese momento si hubiese podido, hubiese dado marcha atrás a nuestra vuelta al mundo y me hubiese quedado en mi cama, con un caldito y mi reproductor blu ray Panasonic.

Nada mas montar, coloco mi guía https://rcm-eu.amazon-adsystem.com/e/cm?ref=qf_sp_asin_til&t=wwwlatefuerte-21&m=amazon&o=30&p=8&l=as1&IS1=1&asins=8408181793&linkId=a212bd4a0061edb0017828eeaa44209a&bc1=FFFFFF&lt1=_top&fc1=333333&lc1=0066C0&bg1=FFFFFF&f=ifr» target=»_blank» rel=»noopener»>Lonely Planet de California en el asiento delantero.

-First time in California? – Así comienza una breve conversación entre una de Caborana y una de San Diego.

Así comienza la historia de un vuelo de 12 horas en una aerolínea de bajo coste que no incluye comidas.

La historia de el sonido de papel albal que desenvuelve bocadillos de chorizo , la historia de dos gilipollas asturianos que para una vez que salen de viaje sin el tuper con la tortilla de patata, para no pecar de pueblerinos, consiguen ser los más paletos del avión.

Pero bueno vamos al grano, después de las peores 12 horas de mi vida, aterrizamos en Los Angeles a las 6 de la tarde.

Salimos del aeropuerto bastante rápido, teniendo en cuenta que para entrar en Estados Unidos es obligatorio haber solicitado por internet previamente el visado y la mayoría de las gestiones están informatizadas.

Desde el aeropuerto cogemos un bus que nos lleva a la empresa de alquiler de coches Avis, al lado del aeropuerto, hemos alquilado un coche a través de la web rentalcars, por 11 días hemos pagado unos 250 euros y a parte contratamos un seguro a todo riesgo en la propia compañía por otros 250 aproximadamente.

No hace falta recordar que es indispensable contratar seguro de viaje, sobre todo cuando se viaja a USA donde los costes médicos son muy elevados.

Ahora arrancamos rumbo a Pasadena donde tenemos nuestro hotel que hemos reservado en booking y que podéis ver pinchando aquí.

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Ese día la fiebre no me permitió explorar Los Angeles, así que solo pude quedarme en la habitación del hotel y esperar a que mi novio trajera algo de comer, así ya nos vamos familiarizando con las grasas saturadas y la comida take away.

Este no es el post que yo me imaginaba para dar el pistoletazo de salida a la vuelta al mundo, me imaginaba subiendo la típica foto en la pantalla del aeropuerto con el cartel de «LOS ANGELES», tenia pensado hacer stories en instagram cantando la canción de Loquillo del cadillac solitario «siempre quise ir a LA…», iba a grabarme con orejitas de conejo para explicaros nuestra hoja de ruta de viaje y todas esas cosas que hacen las influencers, pero la gripe me chafó los planes.

Y ahora si, ahora arranca el viaje de nuestra vida, el viaje de nuestra boda, LA VUELTA AL MUNDO LATE FUERTE.

Abróchense los cinturones porque el vuelo está apunto de despegar y va a haber turbulencias.