Día 3 de Octubre de 2016

Me despierto con un dolor en la lumbar que me baja por la pierna y recibo la primera lección : No hacerse masajes en cualquier sitio.

Por suerte se me paso a lo largo del día y no me impidió disfrutar del día.

Hoy a las 7 de la mañana hemos quedado con nuestro guía en la recepción del hotel, la razón por la cual hemos decidido contratar un guía con chófer, es porque queremos ver muchas cosas ese día y se trata de distancias largas. Teníamos pactado con él desde hacía 2 meses todo el itinerario, de otra forma hubiese sido muy difícil hacer todo el recorrido.

Además nos parecía muy buena opción para acercarnos al país y tener una primera toma de contacto, nos daba cierta seguridad antes de emprender el viaje.

A nuestro guía lo contactamos por mediación de Gabriel Mena, un español afincado en Tailandia que se dedica a prestar este tipo de servicios , aquí os dejo su contacto por si os puede ser de interés: gmenpol@hotmail.com

Ese día Gabriel ya estaba ocupado y nos envío a su compañero Fernando, un chico Colombiano que hizo de excepcional guía para nosotros.

Puntual ya estaba a las 7 esperándonos y es que no podíamos perder tiempo, la primera parada era el mercado del tren en Mae Klong, a las 8:30 am el tren atraviesa el mercado y no nos lo queríamos perder.

¿Y que es ésto del mercado del tren?

Es el mercado del pueblo thailandes de Mae Klong, no tendría nada de especial si no estuviese asentado sobre las vías de un tren, que pasa a diario, obligando a los comerciantes a recoger sus puestos apenas segundos antes de que lo atraviese y volviendo a colocarlos nuevamente después de su partida.

Algunos alimentos quedan a pocos milímetros del tren y las personas nos apartamos como podemos entre el escaso hueco que queda entre la vía y los puestos de comida.

Esta peculiaridad se da porque, el mercado estaba ahí asentado antes de que se construyese la vía, la construcción de ésta, obligaba a mover el mercado de sitio, los comerciantes se negaban y finalmente encontraron esta solución que es realmente digna de ver.

mercado-del-tren

Lo que más me impresionó del mercado no fue la vía, ni ver pasar el tren, ni ver como se recogen los puestos.

Lo que realmente me impresionó fue los productos que ahí se vendían, es un mercado tradicional thai, donde los lugareños compran lo necesario para su día a día.

Lo impactante es la mezcla de olores que te envuelve cuando pasas por esas estrechas calles, el pescado moviéndose en los cubos, ver todo tipo de mariscos, de carnes, productos que no he visto en ningún otro mercado en mi estancia en Tailandia, así que, aunque solo sea por darse un paseo, es totalmente recomendable, al margen de ver pasar el tren.

Después del paso del tren a las 8:30 damos un paseo por Mae Klong ya que el pueblo también tiene su encanto.

Nuestra siguiente parada será el mercado flotante de Damnoen Saduak.

¿Mercado flotante?

Sí, habéis leído bien y es que por algo a Bangkok lo llaman la Venecia del Este.

La ciudad esta llena de canales que inundan sus calles, y no solo en el centro de Bangkok, sino que también existen en pueblos aledaños como el de Damnoen Saduak, en los que la única forma de desplazarse de los lugareños es mediante barcas.

Debido a estas circunstancias tan peculiares, se crea un entorno de comercio distinto, en el que los comerciantes salen con su barca por los canales y la gente desde sus casas les compra los productos cotidianos, necesarios para el día a día.

Lo atípico de la situación, hace que se conviertan en sitios muy visitados y que se cree también un mercado enfocado a los turistas, en los que ya no se venden artículos de primera necesidad, sino que también se venden souvenirs y comida.

mercado-flotantes-turistico

Aquí, una vez más, lo que me sorprende de nuestro paseo en barca ,no es el canal donde se desarrolla el mercado, con intensa actividad turística sino que llama mi atención la forma de vida de la gente, el paseo por los canales solitarios  y en los que realmente puedes ver a la gente comprando desde su casa los productos para ese día.

mercado-flotante-parte-no-turistica

En esta zona, menos concurrida, nuestro guía nos indica donde está situado el templo de esta localidad y decidimos posarnos en el embarcadero y parar a conocerlo, de paso aprovechamos para recibir una bendición budista.

vendicion-de-monje

Abandonamos Damnoen Saduak con destino a las cataratas de Erawan, no sin antes parar a hacernos la foto de rigor en el famoso puente sobre el rio Kwai.

puente-sobre-el-rio-kwai

Por el largo camino paramos  varias veces a repostar, la mayoría de los taxis en Tailandia funcionan con gas y las paradas en las gasolineras resultan de los más entretenido, ya que compramos un montón de chuches raras, y descubrimos todo un mundo en cuanto a patatas fritas se refiere, desde sabor a sushi hasta sabor a batido de fresa.

Y por fin llegamos a las cascadas de Erawan, constan de 7 niveles, nosotros llegamos hasta el 5º y os aseguro que sudamos la gota gorda debido al calor y la humedad.

Las cascadas son absolutamente impresionantes en todos los niveles, juzgad vosotros mismos.

Lo que hicimos fue subir hasta el 5º y luego bajamos parando tranquilamente en cada nivel, con tiempo para bañarnos, mojar los pies etc. Yo tengo que confesar que no me atreví a bañarme porque había peces como auténticos bonitos del norte, que me daban un poco de miedo.

Cuando llegamos abajo ya casi eran las 16:00 y aún no habíamos comido, nuestro guía que nos estaba esperando a la entrada del parque natural, nos lleva a comer a un sitio cerca, comemos pollo y cerdo asado, la comida nos cuesta 300 bath por los 3.

Ahora tenemos casi 4 horas de viaje a Bangkok, así que aprovechamos para dormir en el coche, ¡¡Estamos agotados!!

Una vez en Bangkok nuestro guía nos lleva a Cloud 47, en la calle Silom, un sky bar con unas vistas impresionantes de la ciudad.

cloud-47

Y es que desde que la película «resacón en Bangkok» popularizara estas terrazas, son un atractivo increíble en las noches de la ciudad.

El más famoso es el sky bar  Sirocco, dónde se rodó la exitosa película, en él se exige etiqueta para entrar y los precios no son aptos para todos los bolsillos.

Por eso nos gusto Cloud 47, ya que no íbamos con nuestras mejores galas y nos tomamos unos cócteles a muy buen precio, disfrutando de las vistas de la ciudad y del wifi, muy importante cuando estas en el extranjero.

Aquí nos despedimos de nuestro guía y nosotros decidimos dar un paseo por el mercado nocturno de Patpong, donde hay todo tipo de imitaciones y nos dejamos caer por el barrio rojo, donde nos ofrecen entrar a los famosos espectáculos de ping pong, aunque declinamos las invitaciones.

Ponemos rumbo al hotel y por el camino encontramos un Mc Donald´s, decidimos entrar y cenar algo rápido.

Cuando estas en un país tan diferente al tuyo, hasta cenar en un Mc Donald´s es una auténtica experiencia y es que la comida va en sincronía con la cultura, el arroz forma parte del acompañamiento junto con las patatas y  tampoco falta el picante.

Yo me decanto por la Mac pollo picante y mi novio por arroz con muslitos de pollo fritos.

Con el estomago lleno, seguimos caminado en dirección a nuestro hotel y decidimos parar a darnos un masaje, esta vez en los pies, ya que no me apetece que me machaquen la espalda otra vez, un masaje relajante que nos deja como nuevos, para mañana recorrer Ayutthaya.

 

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